“Autenticidad, personalidad, originalidad e independencia son términos que se proyectan cuando contemplamos la obra de Carmen Álvarez. Hablar con ella es prolongar y extender el ámbito de su pintura”
Marcelo de Lucca
CARMEN ÁLVAREZ: UNA REALIDAD ENIGMÁTICA
Carmen Álvarez-Coto (Madrid, 1955) es, en esencia, Pintora. Licenciada en Bellas Artes y Catedrática de Dibujo, su trayectoria expositiva despega en los años 80, con importantes exhibiciones en espacios como la Fundación Joan Miró en Barcelona, el Palacio de la Magdalena en Santander, o el Palacio de Velázquez y el Museo Español de Arte Contemporáneo en Madrid. Su obra se expone además en distintas galerías y ferias de España y Portugal (Fúcares, Estampa, Altair, Gamarra y Garrigues o ARCO, entre otras).
Más adelante, ya en la década de los 90, Álvarez-Coto viaja y conquista la escena internacional, cuando galerías de toda Europa muestran su interés por la artista, destacando varias exposiciones realizadas en Toulouse, Ámsterdam, Viena, Niza o Nápoles.
Tras años vertiginosos, elige retirarse a la naturaleza para experimentar, junto al mar, una etapa de introspección y trabajo intenso, durante la cual se une de manera férrea y definitiva a su pintura.
En la actualidad, la obra expuesta de Álvarez-Coto se encuentra en las colecciones permanentes de museos, instituciones y fundaciones públicas y privadas, como el Palacio de la Moncloa, el Palacio de Fomento del Ministerio de Agricultura, la colección BBVA, la Fundación Antonio Pérez, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca o el Instituto de Crédito Oficial (ICO), entre otros.
El más allá, lo que no se ve, recuerda la actitud de los pintores clásicos chinos:
impregnarse primero de la naturaleza, perderse en ella y, solo después, si aún queda aliento, fijarla.
En la antigua pintura china, como en esta, no hay un punto único de la mirada,
sino un transitar y un embeberse, lo llaman vitalidad rítmica o foco móvil.
No hay imposición, sino sugerencia. No hay aislamiento, sino resonancia.